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  Vamos a dar una vuelta. Vamos a pasear un rato. ¿Cuántas veces nos encontramos diciendo o escuchando esto? Un recorrido que aún siendo siempre el mismo nos trae novedad si nos detenemos a mirar.

 Ser un observador constante es lo que nos propone Juana Rentería en su obra. Un ejercicio de la mirada que selecciona, recorta y colecciona imágenes del paisaje cotidiano, de lo que a veces pasa desapercibido. 

  La artista invita al espectador a pasear en su archivo personal, como un caminar acompañado. Este paseo es un recorrido por la memoria plasmada en su archivo fotográfico, el cual da cuenta del mundo vegetal que nos rodea y sobre el que la obra hace distintos focos, permitiendo nuevos acercamientos a lo que ya conocemos. Una invitación que juega con el cruce de miradas: la personal e íntima de la artista con las miradas del público hacia la obra y los paisajes.

  Como en el caminar, el recorrido por la obra no siempre es lineal ni está todo dado. En su Libro de Artista, Juana refleja el caminar y el observar de forma tal que el espectador sea parte de él al pasar sus páginas, descubrir imágenes vedadas, encontrarse con paisajes que parecen salirse e increpar los sentidos de quien los mira, volver sobre sus pasos, realizar una pausa y mirar nuevamente lo ya visto.

   La obra de Juana Rentería reflexiona sobre lo que 1Marie Bardet llama el “apenas gesto”, el caminar como ejercicio sensible que va registrando imágenes y sensaciones en nuestra memoria, las cuales son sacadas a la luz y compartidas con el público desde la recreación del caminar en el libro pop up. Una obra personal e íntima que nos tiende la mano para recorrerla, acompañando la mirada y el caminar de la artista.